AUSENCIA DE SESGO
El crecimiento vertiginoso y descontrolado de los recursos de información
en el ambiente de Internet es motivo de una profunda preocupación, en
particular, para las autoridades sanitarias, que advierten sobre los peligros
que entraña la diseminación de publicaciones sin un control de
su calidad. Se revisó la literatura disponible con el objetivo de hallar
los criterios utilizados con más frecuencia para evaluar los recursos
y los sitios web. La evalución crítica de la información
existente en Internet es una labor insoslayable, tanto para profesionales como
para consumidores de información en el área de la salud.
Los recursos en Internet, en particular en el World Wide Web, proliferan a un
ritmo sorprendente. Cada día se sitúan en Internet grandes cantidades
de información en todo el mundo, pero sólo una pequeña
cantidad de ella es de calidad. A diferencia de las revistas profesionales,
que emplean un sistema de revisión propio, basado en expertos, lo cual
asegura la calidad de los materiales distribuidos: muchos individuos publican
información en Internet sin considerar su exactitud, validez o sesgos.
Debido a la estructura global de la red, que comprende una variedad de sistemas
legales y de culturas, es poco probable, que un individuo o nación influya,
regule o cambie significativamente el estado caótico de los recursos
en el WWW. Como indican actualmente los análisis del contenido, gran
parte del material dispuesto en Internet es autopromocional o comercial (21,9%
de relaciones públicas y 20,7% de anuncios).
1 El bajo nivel de la calidad y la necesidad de evaluar cuidadosamente la información electrónica no se enfrenta de forma adecuada. Algunos dicen que la "calidad" de la información se evalúa. Pero, de manera general, lo que se hace es valorar la "calidad" en términos de cuán "gracioso", "entretenido" o "bello" es un sitio, en lugar de cuán instructiva o válida es la información que contiene. Existe, entonces, la necesidad de crear criterios y procedimientos que ayuden a los estudiantes, profesores y otros usuarios a evaluar la calidad de la información disponible en Internet, así como patrones para guiar a los que diseñan los recursos para el web.
1 El bajo nivel de la calidad y la necesidad de evaluar cuidadosamente la información electrónica no se enfrenta de forma adecuada. Algunos dicen que la "calidad" de la información se evalúa. Pero, de manera general, lo que se hace es valorar la "calidad" en términos de cuán "gracioso", "entretenido" o "bello" es un sitio, en lugar de cuán instructiva o válida es la información que contiene. Existe, entonces, la necesidad de crear criterios y procedimientos que ayuden a los estudiantes, profesores y otros usuarios a evaluar la calidad de la información disponible en Internet, así como patrones para guiar a los que diseñan los recursos para el web.
Generar hoy un producto para Internet es bastante sencillo. Los componentes
básicos son obvios: datos, software y muchos deseos de crear el producto,
pero un buen producto en Internet no se arma en un día. El proceso requiere
de gran paciencia, además de buenos ingredientes, experiencia técnica
y otros factores que se analizarán más adelante.2
Hace menos de una década, el término fuente de información
era sinónimo de formato impreso. Hoy, la definición gira también
alrededor del soporte electrónico. Las fuentes básicas de referencia
no sólo están en las publicaciones convencionales, sino en línea
o en CD-ROM. Por esto, el formato electrónico, y entre ellos el WWW,
estará cada vez más presente en lo cotidiano. Este boom de la
información electrónica demanda el desarrollo de profesionales
aptos y de herramientas adecuadas para el desarrollo de servicios específicos
de selección, tratamiento y recuperación de la información.
Antecedentes
Múltiples son los autores y las revisiones dedicadas al tema desde hace
varios años. Con el objetivo de realizar este trabajo, se analizaron
algunas de ellas. En breve síntesis, se presentan sus criterios:
1. Esther Grassian (1995), del College Library de la Universidad de California
en Los Angeles, establece como elementos a considerar el contenido y la evaluación,
su cobertura, las fuentes, las fechas de creación y revisión,
así como la estructura del documento.
2. Trudy Jacobson y Laura B. Cohen (1996) en la Network Services Librarian (bibliotecaria
del servicio de redes) para el sistema bibliotecario de la Universidad de Nueva
York, Albany, emplea los siguientes criterios: objetivos (audiencia esperada,
considerar la fuente), fuente (autoridad del creador, URL, correo electrónico),
contenido (exactitud, balance, calidad, rango, actualización, enlaces),
estilo y funcionabilidad.
3. Robert Harris (1997) describe cuatro características en detalle: credibilidad,
exactitud, razonabilidad, y legitimidad de la información. También
incluye varias "pruebas" que permiten indicar si dichas características
se cumplen de forma satisfactoria.
4. Grete Pasch (1997) bibliotecóloga de Guatemala que trabajó
en la Universidad de Texas, propuso diez consideraciones cruciales para obtener
calidad en Internet: coordinación, continuidad, contenido, claridad,
consistencia, computadora, comunicaciones, credibilidad, costo/beneficio y comunidad.
5. Susan E. Beck (2001) de la Universidad Estatal de Nuevo México también
presenta una lista de preguntas para guiar la evaluación. Los cinco criterios
que propone son: exactitud, autoridad, objetividad, actualización y cobertura.
6. Otras guías de evaluación pueden encontrarse mediante la extensa lista que publica Matthew T. Ciolek e Irena M. Goltz7 (1997), así como en las bibliografías compiladas y actualizadas por Jeff Beck8 (1997), Alastair Smith9 (2001), y en la guía de la Widener Library10. Estas y otras listas similares pueden servir como base para crear un instrumento específico de evaluación.
6. Otras guías de evaluación pueden encontrarse mediante la extensa lista que publica Matthew T. Ciolek e Irena M. Goltz7 (1997), así como en las bibliografías compiladas y actualizadas por Jeff Beck8 (1997), Alastair Smith9 (2001), y en la guía de la Widener Library10. Estas y otras listas similares pueden servir como base para crear un instrumento específico de evaluación.
Estas guías de evaluación siguen metodologías similares
a las utilizadas para evaluar documentos impresos, es decir, se concentran en
la aplicación de los criterios tradicionales relacionados con la validez
del contenido. Algunos autores han intentado adaptar los criterios tradicionales
a los nuevos medios y aconsejan evaluar la fuente de información a partir
de ciertos enfoques como: la existencia de un cuerpo académico responsable
de la publicación (consejo o comité editorial), así como
distintos aspectos editoriales propios de la presentación formal como
errores tipográficos, referencias incompletas o mal citadas, autores
mal asentados, imprecisión o falta de las fechas de publicación,
falta de periodicidad definida, etc.
De igual manera, otros intentan centrarse en el usuario final del producto;
así tenemos que Carolyn Caywood (1995), citada por Grete Pasche en uno
de los primeros trabajos publicados sobre este tema, se orienta un poco más
hacia las necesidades del usuario. Caywood indica que la facilidad de acceso
y la calidad del diseño son tan importantes como el contenido del producto.
Alastair Smith (1997) señaló factores como el tipo de conexión
y el software, necesarios para acceder al recurso, la facilidad de búsqueda
para el usuario y la interactividad del producto.11,12
Además de estas guías generales, es interesante conocer los instrumentos
de evaluación que utilizan algunas instituciones específicas,
entre las más conocidas se encuentran LANIC (Latin American Network Information
Center) de la Universidad de Texas en Austin (1997). Sus lineamientos fueron
preparados originalmente por el asistente técnico de LANIC, quien también
se ha encargado de revisarlos periódicamente para asegurar su relevancia
con el paso del tiempo.13 Web Style Guides
de la Universidad de Yale presenta, de forma detallada, los diferentes pasos
y recomendaciones para la creación de sitios web destinados a diferentes
audiencias.14 Por su parte W3C (World Wide
Web Consortium) ha propuesto sus PICS (Platform for Internet Content Selection)
la cual es una plataforma para la selección del contenido en Internet
donde se ofrece un conjunto de formatos de marcas y métodos de distribución
que permiten el bloqueo en la recepción de ciertos materiales de acuerdo
con las preferencias del usuario.15
Como se ha visto, afortunadamente, otros han recorrido parte del camino hacia
la definición de la calidad. Resta decidir si dichas experiencias, eminentemente
norteamericanas, son adaptables al contexto de Latinoamérica.
Internet como fuente de información
Como resultado de la convergencia de las tecnologías de la computación
y de las telecomunicaciones se ha producido una verdadera revolución
en los métodos de generación, almacenamiento, procesamiento y
transmisión de la información.
La rapidez de la distribución por medio de Internet es un factor determinante
para el crecimiento exponencial de la información en la red. La rapidez
se relaciona con una sumatoria de elementos -interactividad, tecnología
de hipertexto, multimedia, digitalización, computación e información
distribuidas, compartir y cooperar, así como los sistemas abiertos. Todos
determinan su carácter único en materia de generación,
almacenamiento y diseminación de la información hasta el momento,
sin embargo, alguien que pase algún tiempo "navegando" acaba
por encontrar "lo bueno, lo malo y lo feo" pues no existe, en la mayoría
de los casos, una evaluación previa de lo que se coloca a disposición
de los "navegantes". Es evidente la necesidad de filtros que permitan
una recuperación de información con calidad y alta relevancia.
Como no toda la información que se encuentra en el World Wide Web es
exacta y no todos los sitios web, con independencia de su atractivo, son buenos;
su evaluación es una actividad de gran importancia. Cuando se visitan
sitios que no son de ficción, es útil distinguir entre los hechos
y las opiniones. Fácilmente se puede llegar a realizar inferencias y
conclusiones erróneas. Muchas veces se toman como hechos los pensamientos
de una persona; por todo ello, cuando se evalúa un sitio web, de manera
general, se recomienda considerar las siguientes interrogantes:
· ¿Quién escribió las páginas?
· ¿Qué dice el autor sobre el tema?
· ¿Tiene el autor la autoridad para presentar la información?
· ¿Obtiene el autor o la organización alguna ganancia al
presentar la información?
· ¿Cuándo se creó y actualizó el sitio?
· ¿De dónde proviene la información del sitio?
· ¿Es la información relevante cuando se comparara con
otros materiales publicados sobre el mismo tema?
· ¿Por qué el sitio es útil o importante?
· ¿Puede verificarse la información en libros, publicaciones
periódicas u otras fuentes?
Jim Kapoun, de la Universidad de Southwest State, publicó en College
and Research Libraries News, un cuadro muy útil para explicar los criterios
que él emplea para evaluar un sitio web16
y que se presenta por su validez.
Cinco criterios para evaluar páginas web
Evaluación del documento Cómo interpretarlos
1. Exactitud
· ¿Quién escribió la página? ¿Es posible
contactar al autor?
· ¿Cuál es su objetivo? ¿Por qué se publicó
el documento?
· ¿Está la persona calificada para escribirlo?
· Asegúrese que el autor ofrece su correo o una dirección
o teléfono para contactarlo.
· Determine la diferencia entre el autor y el webmaster.
2. Autor del documento
· ¿Quién publicó el documento? ¿Es un individuo
diferente al webmaster?
· Revise el dominio del documento, ¿qué institución
lo publica?
· ¿Cuáles son las características del autor?
· ¿Dónde se publicó el documento? Chequee el dominio
de su dirección electrónica.
3. Objetividad · ¿Qué propósitos/objetivos tienen
las páginas?
· ¿Cuán detallada es la información?
· ¿Qué opiniones expresa el autor?
· Determinar si la página es una máscara para la publicidad;
si así fuera, la información puede estar sesgada.
· Visión de cualquier web como si fuera un infomercial de la televisión.
Pregúntese porqué se escribió y para quién.
4. Actualidad
· ¿Cuándo se realizó?
· ¿Cuándo se actualizó?
· ¿Cuán actualizados están los enlaces (si es que
los tiene)?
· ¿Cuántos enlaces no funcionales tiene la página?
· ¿Se actualizan los enlaces con regularidad?
· ¿Está desactualizada la información de la página?
5. Cobertura
· ¿Están evaluados los enlaces? (si existen). ¿Ellos
complementan los documentos?
· ¿Toda la información que se ofrece se hace mediante imágenes
o existe un balance entre texto e imágenes?
· ¿Se cita correctamente la información?
· Si la página requiere de un software especial para ver la información,
¿cuánto se pierde si no se posee el software? · ¿Es
la página gratuita, o debe pagarse para obtener la información?
· ¿Hay una opción de solo texto, o frames, o se sugiere
un navegador para verlo mejor?
En Resumen
· Exactitud.
Si la página relaciona al autor y a la institución que publica
la página y suministra la forma de contactar con ellos.
· Autor.
Si la página menciona las características del autor. Es preferible
que esté en el dominio (.edu, .gov, .org, o .net) o cualquier otro oficial.
· Objetividad.
Si la página ofrece información exacta con pocos anuncios y es
objetiva en la presentación de la información.
· Actualidad. Si la página se actualiza regularmente (como se
establece en la página) y los enlaces si lo son también.
· Cobertura. Si la información puede verse apropiadamente y no
está limitada por cobros, tecnología de los navegadores o requerimientos
de software.
Es oportuno observar además otros elementos en la presentación
de la información. Nielsen destaca diez errores en el desarrollo de una
página web: uso de frames, tecnología inadecuada debido a la facilidad
de adquisición, páginas muy largas, exceso de animaciones, direcciones
electrónicas complejas, páginas sueltas, falta de apoyo para la
navegación, enlaces sin uniformidad de colores, información sin
actualizar y páginas que demoran mucho en bajar. 17,18
Servicios y recursos para el análisis de la calidad de las fuentes en
Internet
La calidad de las fuentes que existen en Internet puede varíar entre
excelente y pobre, por ello es imprescindible el desarrollo de filtros para
seleccionar y determinar la información de mejor calidad. Así
algunos de los mecanismos de búsqueda disponibles en el web, que utilizan
robots para buscar información, clasifican a los sitios según
criterios preestablecidos, entre los que se encuentran Magellan Internet Guide,
Yahoo y Lycos. Existen también algunos servicios en los que los propios
bibliotecarios realizan un análisis de los recursos existentes en Internet,
pueden mencionarse: los casos de Internet Reviews, WebWatch, Proyecto Infofilter,
Internet Detective (unos son norteamericanos y otros europeos), sin embargo,
ellos son pocos y su capacidad de evaluación es muy limitada. Es preferible
entonces la creación de métodos y algoritmos que permitan a los
propios usuarios disponer de las herramientas para realizar esta tarea.
Cómo evaluar entonces los sitios que brindan información de salud
Por supuesto, que cuando se plantea la evaluación de la calidad en sitios
con temáticas especializadas entonces, a los criterios de calidad generales,
deben sumársele otros. Este justamente es el objetivo de esta revisión:
evaluar y revisar los criterios establecidos para medir la calidad de los sitios
web dedicados al tema de la salud.
El World Wide Web ofrece acceso a miles de páginas con información
clínica a pacientes y profesionales, sin embargo, aunque el web hace
extraordinariamente fácil la diseminación de información,
al permitir que autores anónimos resuelvan conflictos comerciales o de
otro tipo, esto no ayuda a los lectores a discriminar entre lo que es genuinamente
cierto y lo que es una deliberada invención, 20
es por ello que las recientes propuestas para mejorar la credibilidad
de la información médica en Internet tendrán un positivo
impacto sobre ella. En ocasiones, aún cuando un sitio cumpla los criterios
generales expuestos previamente, esto no es suficiente para asegurar su calidad.
Para muchos fines, la evaluación de los sitios web necesita ir mucho
más allá de la mera evaluación de la calidad de su contenido,
funciones y posible impacto.
Como la filosofía de Internet posibilita que cada individuo pueda crear
su propio sitio, existe el riesgo de que, por ignorancia o debido a la influencia
de sesgo, su contenido pueda ser incorrecto aun cuando las fuentes de información
originales sean confiables. Impicciatore y otros mostraron que los padres que
buscaron tratamiento para un niño con fiebre, podían recibir un
buen consejo o una indicación de administrar aspirina. Así su
niño se enfrentaba con el riesgo de sufrir un síndrome de Reye.
La conducta recomendada varió de acuerdo con el sitio visitado. Los investigadores
compararon la información disponible en cada sitio con la existente en
un libro con prestigio en el tema, pero, corroboraron que a menudo, no concuerda)
y que no se corresponde con las revisiones sistemáticas contemporáneas
de la literatura.21 Así, para determinar
la exactitud de un material publicado en el web, se debe comparar con las mejores
evidencias, lo cual con frecuencia requiere de un metaanálisis de la
evidencia apropiada.
Una ventaja importante de publicar en Internet es su facilidad de actualización
regular, de modo que los pacientes y profesionales que utilizan la red para
buscar información esperan que los materiales encontrados sean más
actualizados que los que aparecen en fuentes de papel.
Los individuos deben ser capaces de leer y comprender el contenido hallado en
el web aun cuando sea correcto y esté actualizado El web permite comunicar
información en diferentes formas (diagramas, animaciones, páginas
enlazadas, mediante un flash, etc.); estos medios no siempre mejoran su legibilidad
y comprensión. Entonces, ¿cuáles son los criterios que
definen un sitio web de calidad? Estos criterios son distintos y específicos
para los web de contenido médico. ¿Son diferentes para Internet
o son los mismos que se aplican en otros formatos y modalidades de publicación
y en el periodismo?. ¿Son válidas las mismas reglas para los contenidos
orientados a los médicos y al público en general.? Estas interrogantes
han acompañado la difusión de los contenidos médicos en
el web desde sus orígenes; sin embargo, ellas se han hecho más
frecuentes cada vez, a causa de la proliferación de los sitios web de
salud, cuyo número nadie se atreve a fijar con precisión, pero
que debe sobrepasar holgadamente los veinte mil. Es cierto que es posible encontrar
información en la red sobre cualquier tema médico, pero no lo
es menos que también con cualquier nivel de calidad.22
Existen numerosas asociaciones y entidades dedicadas a estudiar la difusión
de los temas de salud en Internet y a definir sus requisitos de calidad. Además
de las más grandes y de mayor prestigio, como pueden ser la Food and
Drug Association o la American Medical Association, 23
han surgido algunas organizaciones nuevas más focalizadas y especializadas
en estas cuestiones. Entre ellas, se destacan la Health On The Net Foundation
(HON) y su propuesta del conocido HON, Código de Conducta para Internet;24
la British Healthcare Internet Association (http://www.bhia.org) y la
Internet Healthcare Coalition (http://www.ihealthcoalition.org). Esta última,
que integra a todo tipo de proveedores de información en el área
de la salud (universidades, editores, laboratorios, asociaciones de pacientes,
etc.), tiene en su sitio un buen decálogo de consejos para separar el
grano de la paja. Estos diez principios, pautas o enunciados están en
principio orientados al consumidor, pero sin dudas también son de utilidad
para el médico. Ellos son los siguientes:25
· Escoger un recurso de información de salud en Internet es como
elegir un médico. Nadie va a cualquier médico y además
es posible recoger y comparar varias opiniones y criterios. En Internet se puede
y conviene hacer lo mismo.
· Las fuentes de información deben ser identificables y cuantos
más datos identifiquen las fuentes y los colaboradores del sitio, será
mejor.
· Desconfiar de los sitios web que se proclaman como los únicos
o los mejores.
· No confundirse con las interminables listas de enlaces. (un enlace
no presupone que la calidad del sitio de destino es idéntica a la del
sitio de origen).
· Determinar si la gestión profesional y la revisión del
sitio se realiza por un comité de expertos bien identificados.
· Fecha de actualización (el conocimiento médico está
en evolución permanente, por lo que la fecha de actualización
es un dato importante).
· Publicidad en el sitio (Cualquier patrocinio o anuncio debe indicarse
claramente para que nose mezcle con los contenidos médicos).
· Evitar los diagnósticos y tratamientos "on line".
· Compromiso de confidencialidad (debe existir un compromiso expreso
sobre la confidencialidad de la información que suministre un paciente
con el objetivo de preservar su intimidad).
· La décima pauta establece el uso del sentido común: consultar
distintas fuentes, desconfiar de los remedios milagrosos y leer la letra pequeña.
Aunque la excelencia en Internet normalmente se encuentra en aquellos sitios
web de personas o entidades que lo han demostrado fuera de la red, no es patrimonio
exclusivo de ellos. En cualquier caso, con todos los sitios web conviene interrogarse
sobre los intereses de sus propietarios y mantener una saludable dosis de escepticismo.
Internet constituye una fuente de información de creciente importancia
para la salud de los consumidores. Un estudio reciente estimó que más
de 60 millones de residentes en Estados Unidos se conectaron para buscar información
en temas de salud en el año 2000. Se conoce que en la actualidad más
del 36,7% de los consumidores hacen búsquedas en esta área del
conocimiento en Internet, hecho que determina la importancia de la calidad de
la información ofrecida. Este elemento adquiere aún mayor importancia,
si se analiza el rápido crecimiento del número de usuarios de
Internet, se calcula que durante el año 2002 se encuentren conectados
unos 700 millones de personas.
Según los datos de Global Internet Statistics (http://www.glreach.com/globstats/index.php3),
en diciembre del 2001, 530 millones de personas utilizaban Internet, (31,6%
de la población mundial). De estas, entre un 30 y 35%, realizan búsquedas
de información en temas de salud.
Luego de realizar un cuidadoso análisis de los elementos que intervienen
en la conformación de un sitio web de salud, se propone la evaluación
de tres elementos básicos: 25-31
Código de conducta, diseño de sitios web y contenido médico
Evaluación del código de conducta
Se considera que el "Código de ética de salud" desarrollado
por la Internet Healthcare Coalition es un documento completo que evalúa
de forma integral los principios éticos que deben considerarse al momento
de proporcionar la información de salud, tanto a los profesionales como
a la población en general. Este código contempla los siguientes
aspectos:
· Candor: Hacer pública la información, que una vez conocida
por los consumidores, podría afectar el uso de los servicios del sitio,
la compra o uso de productos. Las personas que usan Internet, cuyos propósitos
están relacionados con la salud necesitan poder juzgar que los sitios
visitados y los servicios utilizados son creíbles y fidedignos.
· Honestidad: Presentar la verdad sin engaños.
· Calidad: Proporcionar información de salud exacta, fácil
de comprender y de actualizar; proporcionar a los usuarios la información
que necesitan para realizar sus propios juicios sobre los productos o servicios
que el sitio provee.
· Consentimiento informado: Respetar el derecho de los usuarios para
determinar si sus datos personales pueden ser recolectarse, archivarse, utilizarse
y compartirse.
· Privacidad: Respetar la obligación de proteger la privacidad
de los usuarios.
· Profesionalismo en la atención de salud en línea (on-line):
Respetar las obligaciones éticas fundamentales vigentes para los pacientes
y clientes. Informar y educar, tanto a los pacientes como a los clientes sobre
las limitaciones de la atención de la salud en línea.
· Asociación responsable: Garantizar que la organización
y los sitios afiliados sean fidedignos.
· Responsabilidad: Ofrecer a los usuarios de forma permanente la oportunidad
de retroalimentación con el sitio.
Evaluación de la calidad del diseño
· Velocidad: La página principal baja con rapidez. Si el sitio
es lento, ¿es debido a que las páginas son muy largas o los gráficos
son muy grandes?
· Primera impresión -apariencia general: Sabe usted inmediatamente
dónde está. La página principal es atractiva, lo lleva
a que continúe la revisión del sitio.
· Navegabilidad: Se puede viajar de una página a otra, de enlace
a enlace, de elemento a elemento con facilidad, sin perderse o confundirse.
Existen suficientes enlaces para el movimiento hacia delante y hacia atrás.
No hay páginas sueltas Los vínculos son útiles y apropiados,
hay un número adecuado de enlaces, conducen a sitios de utilidad. Existen
sistemas de búsqueda de los materiales que se encuentran en el sitio.
· Utilización de gráficas/sonido/video: Ofrecen un aporte
de importancia al sitio, están identificados apropiadamente, cumplen
una función determinada.
· Contenido e información: Existe suficiente cantidad de información,
bien identificada y organizada, cuyo contenido cumple con el propósito
del sitio, es confiable
· Actualidad: El sitio se revisa sistemáticamente, presenta su
fecha de producción y de actualización.
· Disponibilidad de mayor información: Dispone de la posibilidad
de contactar con una persona o dirección a la cual dirigir preguntas,
así como enviar comentarios y criterios sobre el sitio.
Evaluación de los recursos de información de salud
· Autor: Se presentan de forma clara y explícita. Se realizan
referencias apropiadas a otras fuentes. Se establece de forma clara cuando el
contenido es opinión del autor. Se presenta el currículum del
autor, se corresponde con el tema tratado
· Accesibilidad: La información se encuentra en un formato apropiado
para la audiencia a la que está dirigida.
· Exactitud/confiabilidad: La información se sustenta en la mejor
evidencia disponible.
· Oportuna: La información comunica un mensaje de importancia.
· Disponible: La información está disponible para la mayor
audiencia posible.
· Comunicación: La información cubre claramente todos los
aspectos de la materia que se trata.
· Comprensivo: La información define claramente todos los términos
y expresiones de la materia que trata.
· Consistencia: La información se presenta con un estilo uniforme
en todo el sitio.
· Continuidad: La información se corresponde con otras fuentes
de información.
· Imágenes: Se utilizan diagramas, ilustraciones y otras imágenes
para lograr el objetivo.
· Legibilidad: La información escrita se presenta de forma clara
para que pueda leerse fácilmente.
· Originalidad: La información no se ha publicado anteriormente
para la misma audiencia y en el mismo formato.
· Participación del paciente: La información se diseña
de forma específica para satisfacer las necesidades del paciente.
· Ameno: Las palabras y frases son lo más cortas posibles.
Abstract
The very rapid and uncontrolled development of information resources in Internet
is a topic of great concern, particularly for health authorities that are drawing
the attention on the dangers the dissemination of publications without a proper
quality control may cause. The available literature was reviewed with the aim
of identifying the most used criteria to evaluate the resources and web sites.
The critical assessment of the information existing in Internet is an unavoidable
task, both for professionals and information consumers in the health field.
Subject headigns: INTERNET; INFORMATION CENTERS; QUALITY CONTROL
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Recibido: 19 julio del 2002 Aprobado: 10 de agosto del 2002-05-22
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Doctora en Medicina. Especialista I Grado en Bioquímica. Red Telemática
de Salud en Cuba (Informed).
Dra. Mirta Núñez Gudás
Red Telemática de Salud en Cuba (Infomed). Centro Nacional de Información
de Ciencias Médicas. Calle 27 No. 110 e/n N y M, El Vedado. Ciudad de
La Habana. Cuba. AP 6520. Correo electrónico: mirta@infomed.sld.cu
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